El CD Boiro vivió una noche de auténtico infarto en el campo de O Couto, donde perdió 4-3 frente a la UD Ourense en un duelo que no se decidió hasta el último minuto. En un enfrentamiento épico, los visitantes, dirigidos por Cardeñosa, dejaron una gran impresión, llegando a dominar en el marcador hasta el minuto 89, cuando un gol de Migui sentenció la derrota en un partido que parecía tener controlado.
El inicio del encuentro estuvo marcado por la intensidad y la estrategia de ambos equipos, con el CD Boiro apostando por un juego compacto y eficiente que complicaba el avance de los locales. Durante los primeros veinte minutos, la posesión se repartía y ambos conjuntos mostraban un equilibrio defensivo. Sin embargo, en una desafortunada jugada, Migui envió un balón al área boirense que acabó en un gol en propia puerta de David Noya, desatando la alegría en la grada ourensana.
A pesar de este traspié inicial, el Boiro no perdió el ritmo y respondió con carácter. Dani Pedrosa, exjugador de la UD Ourense, demostró que los visitantes no habían venido a O Couto a ceder, firmando el gol del empate con un disparo preciso que batió al portero rival. Con Pedrosa liderando las ofensivas, los visitantes comenzaron a dominar, ganando confianza y desequilibrando a una UD Ourense que parecía perder el control del juego.
Con el marcador empatado y el tiempo avanzando, el técnico Fernández comenzó a realizar cambios en busca de revitalizar a los locales, que sentían el peso del esfuerzo. Las modificaciones surtieron efecto, ya que Viti, en una aparición crucial, logró igualar de nuevo el marcador con un potente remate, despertando la esperanza en las gradas de O Couto. Aun así, el Boiro no se amedrentó y, con otro tanto de Pedrosa, parecía acariciar la victoria en territorio ajeno.
Sin embargo, el destino guardaba una última sorpresa para los boirenses. En el minuto 89, Viti se sacó un zurdazo imparable, sellando el empate. Y apenas unos segundos después, Migui volvió a aparecer en el área rival, desatando el grito de victoria para la UD Ourense y dejando al Boiro hundido en la desesperación.
El pitido final llegó como un jarro de agua fría para el CD Boiro, que se marcha de O Couto sin recompensa, aunque con el orgullo intacto tras una demostración de garra y buen fútbol frente a uno de los rivales más duros de la categoría.
