
Primera Parte
El encuentro comenzó con un Racing, posicionado en su 4-2-3-1 habitual, realmente cómodo sobre el césped del Cartagonova. Muestra de ello, fue la gran jugada colectiva que dio paso al único tanto racinguista del encuentro, obra de Pinchi, en el minuto 11. Quien se está convirtiendo en una pieza clave en el flanco derecho, tras la baja de Carlos Vicente y la lesión del gaditano, Vadillo, gracias a su verticalidad y sacrificio, así como su capacidad para ganar sus duelos 1vs1.
En este caso, el extremo coruñés, lograría superar por alto al cancerbero Raul Lizoain, tras un pase perfectamente medido del talentoso Iker Losada. Quien minutos después gozaría de una ocasión, tras un disparo desde la frontal del área (lugar que suele ocupar frecuentemente, gracias al rol de mediapunta que Parralo le está otorgando), y que se marcharía a la derecha de la meta defendida por el portero canario.

Un Racing, mucho más vertical y directo que de costumbre, que estaba encontrando en ciertos desajustes del Bloque Alto propuesto por el técnico local, Julián Calero, su mayor medio de progresión, al ser capaz de ganar en numerosas ocasiones la espalda de la última línea, como en la ocasión a pies de Alvaro Giménez en el minuto 25, que no daba la sensación de mejorar con el paso de los minutos.

Sin embargo y cuando mejor se encontraba el conjunto departamental, el Cartagena lograría empatar el encuentro, gracias a un magnífico remate de Darío Poveda en el minuto 33, tras un centro lateral de Iván Calero. Uno de los puntos débiles del conjunto racinguista, en el que en esta ocasión y tras un fallo en el marcaje de la zaga ferrolana, vio como el ariete alicantino lograría batir a Cantero.

Muestra de lo importante que resulta en éste momento de la temporada en el que nos encontramos, mantener la concentración en cada instante, por todo lo que se están jugando los diferentes equipos, en una de las ligas quizás, más competidas y disputadas del viejo continente.
Segunda Parte
A la vuelta de vestuarios, el Efesé continuó con la tónica de la primera parte, con la que acabó siendo un poco superior al Racing (con numerosas pérdidas en medio campo, ante la baja de Señé), posicionado, prácticamente en bloque medio – bajo, que no tardó en aprovechar esa inercia para completar la remontada.
Al igual que con el primer gol del conjunto murciano, el Cartagena lograría darle la vuelta al marcador, al aprovechar un fallo de Álex Martín, tras una acción de juego directo, sobre el goleador Darío Poveda. Dejándole el bandeja el balón su compañero Luis Muñoz, quien tras aparecer desde segunda línea, lograría batir a Ander, con una majestuosa vaselina, en el minuto 56.

Un tanto que le dio más aire si cabe al conjunto local, quien en lugar de tratar de conservar el marcador, buscó en todo momento el tercer tanto, dando un paso más, estableciéndose en campo rival, provocando con ello, numerosas pérdidas de los gallegos, que no se acababan de encontrar del todo cómodos con balón. Ejemplo de ello es la ocasión de Iván Calero, tras una majestuosa jugada individual, en la que Moi Delgado es superado, y en la que solamente Cantero, pudo evitar el tanto del lateral, que en ese momento ocupaba una posición prácticamente de extremo.
Una señal que se viene repitiendo a lo largo de los últimos meses, sobre todo en aquellos encuentros en los que los de Cristobal se enfrentan a equipos en Bloques altos, que reducen al máximo sus opciones de pase, como ya ocurrió anteriormente en encuentros como frente al Eldense, o en el primer tramo del otro día frente al Racing de Santander.
Pese a éste pequeño bajón en los momentos con balón, y de nuevo gracias a un desajuste defensivo de zaga blanquinegra, ésta vez en el repliegue defensivo, los racinguistas contarían con una oportunidad manifiesta de empatar el partido, en el minuto 75, por medio de Losada, tras un pase hacia el área pequeña, del recién incorporado y siempre activo, Heber Pena.
El extremo ferrolano, sin apenas minutos en el último encuentro en casa, demostró durante la media hora que dispuso sobre el césped, en lo importante que puede llegar a ser, para romper con la racha en la que se encuentra su conjunto.
Tratándose de un jugador diferente al resto que gracias a su físico, sumado a su capacidad para centrar y finalizar jugadas, le permite a los suyos una mayor profundidad por los sectores laterales en los que interviene, normalmente, desde la banda izquierda.

No obstante y volviendo a la acción en cuestión, Lizoain sería quien de mantener 2-1 para los suyos, con el que se llegaría al final de un encuentro, realmente igualado, en el que el Racing gozó de un tiro más a puerta que su rival (4 del cartagena, frente a 5 de los verdes), y donde la posesión del balón (50,52% vs 49,48%) y la efectividad en duelos ganados (47.74% vs 47,89%), fueron realmente similares para ambos.
A pesar de ésta igualdad, los visitantes no serían capaces de materializar éstas ocasiones, a diferencia de su rival en la noche del sábado, que con esta victoria rompería ese pequeño bache de dos derrotas consecutivas.
Es quizás ésta, junto a la pérdida de la velocidad en el último sector ya comentada, y a la debilidad defensiva en ciertas ocasiones, la mayor diferencia entre éste Racing y el de la primera vuelta. Un equipo mucho más sólido, agresivo y determinante (como venía demostrando desde el año pasado en 1 RFEF), a la hora no solo de generar y materializar ocasiones, sino de evitar que sus rivales hiciesen lo propio.
Con este resultado, los de Cristobal, firme en su planteamiento y sistema (salvo en tramos finales de ciertos encuentros), encadenan ya seis jornadas sin ganar (tres derrotas seguidas a domicilio), a esperas de recibir, el próximo domingo en A Malata, a uno de los “gallitos” de la categoría, como es el Real Valladolid.