Balaídos vive un momento dulce con la explosión de su talento joven
El Celta de Vigo ha encontrado oro en casa. La temporada 2024/25 no solo está siendo ilusionante en lo deportivo, con el equipo consolidado en la parte alta de la tabla, sino también en lo económico: el valor de su plantilla ha crecido un 10% en apenas unos meses, según datos de Transfermarkt. ¿El motivo? El peso creciente de los canteranos, que están revolucionando el mercado y elevando las cifras del club a niveles récord.
La cantera, clave en la revalorización millonaria del Celta
Con Claudio Giráldez al mando, el equipo ha logrado fusionar competitividad y juventud. El técnico de Porriño ha dado protagonismo a jugadores formados en A Madroa que ya marcan diferencias en Primera División. El caso más sonado es el de Javi Rodríguez, que ha pasado de tener un valor de mercado de 200.000 euros a estar tasado en 10 millones, solo por detrás de Óscar Mingueza en la plantilla.
Otros nombres que han pegado el salto en cotización son:
- Hugo Álvarez: de 1,5 a 7,5 millones
- Hugo Sotelo: rozando los 3 millones
- Damián Rodríguez y Pablo Durán: entre 3 y 3,5 millones
Alfon y Carreira: dos piezas que peligran
Pero no todo son buenas noticias. En el Celta preocupa la situación de Alfon y Sergio Carreira, que también han visto aumentar su valor esta campaña, pero siguen sin renovar. Ambos acaban contrato en junio y podrían irse libres, un escenario que inquieta a la dirección deportiva.
El club ya se ha puesto manos a la obra para buscar fórmulas que garanticen su continuidad, aunque no será sencillo, especialmente si llegan ofertas de fuera con mayor músculo económico.
El momento celeste: fútbol, futuro y negocio
El efecto Giráldez no solo se traduce en puntos y buen juego. El Celta ha conseguido convertir su apuesta por la cantera en una estrategia rentable también a nivel de mercado. A corto plazo, asegura nivel competitivo sin grandes inversiones; a medio, abre la puerta a operaciones millonarias si el club decide vender.
Lo que está claro es que en Vigo ya no se mira al mercado con ansiedad: el verdadero tesoro está en casa.