Los celestes hicieron un partido competitivo, con mucha personalidad, pero el ejercicio de resistencia comandado por Guaita se desplomó a cinco minutos del final
El RC Celta acaba de caer con honores ante el Atlético de Madrid en un duelo que se saldó por la mínima (1-0). El combinado celeste fue de menos a más en el partido, creciendo con esa valentía propia del libreto de Claudio Giráldez y apoyado en un Vicente Guaita que tapó todo, salvo una fantástica volea de Rodrigo de Paul dirigida a la escuadra.
Un tanto que significa mucho en clave descenso, ya que, probablemente, se celebró mucho más en Cádiz que en el propio Metropolitano. Un cuadro gaditano que horas antes había vencido 1-0 al Getafe con un ‘raro’ penalti cometido por Djené, que posteriormente materializaría Rubén Alcaraz. Por lo tanto, la distancia del Celta con los puestos de peligro se ve reducida a 5 puntos, a falta de tres jornada por disputarse.
Ahora los celestes empiezan a pensar en su próximo duelo liguero, para el que no habrá que esperar mucho gracias a la jornada intersemanal que se viene por delante. Los de Giráldez se medirán este miércoles al Athletic Club, que tiene muy difícil su clasificación a Champions League. Será en Balaídos a partir de las 22:00, un horario poco frecuente.
MVP Guaita sostuvo al Celta
El encuentro arrancó con un claro dominio del cuadro colchonero, ante la nefasta puesta en escena del Celta. El descontrol y el caos reinaba en el planteamiento de los vigueses, mientras que el atleti realizaba sus primeros acercamientos, desplegando todo su arsenal ofensivo.
En todos ellos se encontraron con un muro, un Vicente Guaita que puso en escena un repertorio de paradas que mantuvo al Celta en el partido. A partir de ahí, en base a ese ejercicio de resistencia defensiva, los celestes empezaron a sentirse más cómodos con el balón en su poder y llegaron los primeros acercamientos sobre la portería rival.
Aunque no hubo grandes ocasiones, cabe destacar el papel de Jonathan Bamba, de quién se había hablado mucho esta última semana y que ha sido de los mejores en el Metropolitano. El costamarfileño partió en banda derecha, lugar por el que llegaron gran parte de las oportunidades del Celta en el partido.
El Celta mereció algo más en el 2ºT
Tras el descanso, Claudio Giráldez pudo ajustar alguna de las deficiencias de su equipo, lo que se trasladó en un mayor control del encuentro. De hecho, el Celta tuvo varios tramos de dominio sobre el Atlético de Madrid, instaurándose en campo contrario y llegando con peligro real sobre le puerta defendida por Oblak.
Además de buscar espacios y construir desde parado, el Celta supo sacarle partido a la transición, forma a través de la cual llegaría la ocasión más clara del partido para ellos. Buena carrera de Bamba por la derecha para introducirse en el área y dejarle un pase atrás a Iago Aspas, que remató algo centrado, encontrándose con la figura del guardameta esloveno.
El buen hacer del Celta llevó a Simeone a la desesperación, aunque este acertó de pleno en los cambios. Uno de ellos fue Rodrigo de Paul, a quien en el minuto 84 de partido le cayó un rechace en la frontal del área, controló con el pecho y se sacó de la manga una volea teledirigida a la escuadra. Nada pudo hacer Vicente Guaita ante semejante golazo, y eso que hoy ya había sacado alguna mano inverosímil.
Con poco tiempo de reacción, al Celta le entraron las prisas y no supo atacar con cabeza, sumando así una nueva derrota fuera de casa, aunque en este caso las sensaciones son bien distintas. La permanencia se ha complicado un poco más, pero la pelota sigue en el tejado de los vigueses, que intentarán recuperar la senda del triunfo este próximo miércoles ante el Athletic.
