El Compostela realizó un buen final de temporada. Antón Permuy y su pequeño grupo de trabajo salido del juvenil ganó merecidamente la renovación. La firmó en días pasados, pero cerró la competición con derrota en el Santi Gutiérrez Calle santanderino. Como consuelo, el triunfo del Langreo en Cayón dejaría sin valor cualitativo una hipotética victoria contra el Rayo Cantabria. El filial del Racing de Santander necesitaba ganar para jugar la fase de ascenso y remontó.
Lo de Santander fue una devolución de moneda en poco más de medio día. En la tarde del sábado, los hasta hace semanas pupilos en el juvenil hicieron que el Racing de Santander perdiese el primer lugar en el primer grupo de la División de Honor. En la mañana del domingo, el segundo equipo racinguista no dejó pasar la ocasión para consolidar su clasificación ante el primero compostelano.
Samuel adelantó al Compostela en el primer minuto al rasear una falta que nadie tocó, burlando a Atanes, que defendía el marco rayista. Los cambios de Ezequiel Loza a los nueve minutos del segundo acto no tardaron en cambiar el panorama. Dos minutos más tarde, Diego Campo empataba.
El gol, más que derrumbar las posibilidades del Compostela para optar durante este mes y el siguiente a estar la próxima campaña en Primera Federación, conllevaba un añadido histórico. El pelotazo desde fuera del área, ajustado al palo derecho de Guillén, era el gol 800 que recibía el Compostela en sus casi dos décadas de vida contabilizando sus 738 partidos por ligas y copas. Después llegarían otros dos del cojo Jorge Delgado para dejar al Compostela con 802 en contra y pensando en formar plantilla para la Segunda Federación 2024/25.