Tras cada victoria, dos derrotas y muchos goles en contra
El Racing de Ferrol atraviesa una situación crítica en la Segunda División, evidenciada por una preocupante tendencia: tras cada victoria, el equipo encadena dos derrotas consecutivas, encajando goleadas preocupantes. Esta pauta se ha repetido en dos ocasiones recientes, reflejando una alarmante fragilidad defensiva y una falta de consistencia que amenaza con hundir aun más al equipo en la clasificación. Ni siquiera las victorias han sido capaces de fortalezar a un grupo que se desangra con el paso de las jornadas.
La primera circunstancia se produjo todavía bajo la dirección de Cristóbal Parralo. Después de una esperanzadora victoria ante el Sporting de Gijón, el equipo sufrió dos derrotas consecutivas, recibiendo una goleada en casa ante el Almería, 1-4 y la derrota en Zaragoza por 1-0. Este patrón negativo se ha reiterado con Alejandro Menéndez al mando. Tras un triunfo revitalizador frente al Levante, el Racing de Ferrol cayó derrotado en casa ante el Castellón (1-3) y ayer fue goleado por el Mirandés (4-1) en Anduva. En estos dos últimos encuentros, el equipo ha encajado siete goles, evidenciando serios problemas en su línea defensiva y una alarmante falta de recursos en la creación y la ofensiva.
En el partido contra el Castellón, el Racing comenzó con un desafortunado autogol de Naldo en el minuto 3, seguido de otro tanto en contra pocos minutos después, lo que dejó al equipo en una posición comprometida desde el inicio. A pesar de jugar con un hombre más durante gran parte del segundo tiempo debido a la expulsión de un jugador rival, el equipo no supo capitalizar la ventaja y terminó concediendo un tercer gol que sentenció el encuentro. Esta derrota fue especialmente dolorosa, ya que el Castellón venía de una racha de seis derrotas consecutivas.
La situación se agravó en el enfrentamiento contra el Mirandés. El equipo local se adelantó rápidamente en el marcador, y aunque Luis Perea logró descontar antes del descanso, el Racing fue incapaz de contener las embestidas del rival en la segunda mitad, encajando dos goles más que sellaron el 4-1 definitivo. Esta derrota no solo evidenció las carencias defensivas del equipo, sino que dejó ver a un equipo poco convencido de la remontada.
Autocrítica y fustración en los futbolistas verdes
Las declaraciones de los jugadores reflejan la frustración y la autocrítica dentro del vestuario. Luis Perea, autor del único gol ante el Mirandés, señaló: «Nosotros mismos somos nuestros enemigos». Por su parte, Eneko Jauregi afirmó: «Desde el minuto uno no estuvimos acertados».
El técnico Alejandro Menéndez también expresó su preocupación tras la derrota ante el Castellón: «Hemos dado tres pasos para adelante y uno para atrás, pero el equipo quiere». Sin embargo, la repetición de estos patrones negativos sugiere que se requieren cambios profundos en la estrategia y mentalidad del equipo para revertir la situación, algo que no parece estar tan siquiera encaminado
Con la temporada avanzando y el equipo sumido en la zona de descenso, el Racing de Ferrol necesita romper este ciclo de inconsistencia. La defensa debe fortalecerse y el equipo en su conjunto debe encontrar la manera de mantener la concentración y el rendimiento para evitar males mayores, evitando caer en el desánimo que ha llevado a estas dolorosas derrotas.