En una conferencia de prensa que congregó a medios y aficionados, Claudio Giráldez confirmó su continuación al frente del RC Celta de Vigo para la siguiente temporada, destacando su compromiso renovado hacia el club que siempre ha considerado su casa.
La renovación, anunciada esta tarde, ha sido recibida con entusiasmo, reflejando la confianza mutua entre el entrenador y la directiva del club.
«Es motivo de orgullo y alegría estar hoy aquí hablando de mi renovación. Quiero responder con trabajo y compromiso», declaró un emocionado Giráldez, cuyas palabras resonaron con fuerza entre los presentes.
Giráldez, que llegó al primer equipo a través de las categorías inferiores, subrayó la importancia de centrarse en el presente y abordar cada partido y entrenamiento con la máxima energía. «Es difícil estar pensando más allá que en el día a día, en el próximo partido, en el próximo entrenamiento», explicó, haciendo hincapié en la necesidad de mantenerse enfocado y aprovechar al máximo cada momento.
La simplicidad del proceso de renovación es testimonio de la armonía y los objetivos compartidos entre Giráldez y el club. «Alcanzar este acuerdo ha sido sencillo, queríamos lo mismo, y se ha hecho de forma rápida y natural», comentó el técnico, quien ha sido parte del Celta durante los últimos nueve años. Su filosofía de trabajo y la estrategia de acuerdos a corto plazo reflejan un compromiso claro con la adaptabilidad y la gestión centrada en resultados inmediatos.
Con esta renovación, Giráldez no solo busca continuar su proyecto deportivo sino también inspirar a un equipo que ha acogido con ilusión y compromiso su metodología. El buen ambiente y la cohesión dentro del vestuario son vistos como pilares fundamentales para los futuros éxitos del club. «Nos han acogido con los brazos abiertos, con muchísima ilusión, tranquilidad, con entendimiento», dijo, reconociendo el papel crucial de los jugadores en la dinámica del equipo.
Así, con la mirada puesta en el futuro y un contrato renovado, Claudio Giráldez y el RC Celta de Vigo se preparan para afrontar nuevos desafíos, respaldados por un compromiso firme de trabajar y competir al máximo nivel. «Esto no acaba ahora, sino que empieza», concluyó Giráldez, anticipando una era de arduo trabajo y logros significativos para el celtismo.