El Celta sella la permanencia con una agónica victoria en Granada

Diego Alvarez
7 Min de lectura

Antonio Puertas falló un penalti en el descuento que hubiese significado el 2-2, aunque el empate del Cádiz también le valía a los celestes para seguir en Primera División

Una sensación de alivio ha empezado a girar en torno al RC Celta tras su victoria 1-2 ante el Granada CF en el Nuevo Los Cármenes. Un triunfo que sella de forma matemática la permanencia de los celestes en la máxima categoría del fútbol español.

A pesar de esa alegría final, los celestes sufrieron para cerrar el partido. Tras un mal primer tiempo, donde no salieron las cosas, los de Giráldez supieron darle la vuelta tras el descanso con dos goles consecutivos de Larsen y Bamba. Sin embargo, el conjunto nazarí apretó en los instantes definitorios con un gol de Bruno Méndez ante la salida en falso de Guaita, e incluso gozaron de un penalti en el 97′, que Antonio Puertas estrelló en el larguero.

Larsen y Bamba, autores de los dos goles del Celta en el partido | Redes @RCCelta

Todo para que el Celta siga en Primera División por 13ª temporada consecutiva, un hecho al alcance de muy pocos equipos. Algo que no sería posible sin la presencia en el banquillo de Claudio Giráldez, que le dio un vuelco a la situación clasificatoria, anímica y futbolística del equipo, devolviendo la ilusión al conjunto de Balaídos. Ahora, con la salvación en su bolsillo, solo les queda disfrutar de una última jornada en casa ante el Valencia y prepararse para lo que se viene el próximo curso.

Inicio horrible y errático del Celta

El Celta arrancó el encuentro jugando con fuego. Los celestes estuvieron muy imprecisos en la salida de balón desde atrás, lo que impedía conectar con los hombres de ataque. Además, concedieron demasiado espacio al Granada, que condujo su peligro al balón parado, donde Boyé tuvo la más clara para los suyos en un remate de cabeza que despejó Vicente Guaita.

Llegando al final de la primera mitad, como si se hubiera despertado de un largo periodo de letargo, el equipo de Giráldez dio un paso adelante, se sintió mejor con balón y empezó a generar peligro en ataque. En los últimos cinco minutos, los celestes gozaron de infinidad de ocasiones, contabilizando hasta cinco disparos que pudieron cambiar el desenlace del partido. De la Torre, Sotelo, Hugo Álvarez, Aspas y Larsen pudieron abrir el marcador, pero o bien se encontraron con el portero o no estuvieron acertados.

Las segundas partes son territorio Celta con Giráldez

Tras un deficiente primer tiempo, dónde los celestes salvaron los muebles en el tramo final, Claudio Giráldez decidió tomar cartas en el asunto. El técnico porriñés escogió a Fran Beltrán y Jonathan Bamba para revolucionar el partido, en detrimento de un irrelevante Renato Tapia y de Luca de la Torre, que si bien estuvo mucho más activo sobre el terreno de juego, le faltó un poco de punch en tareas ofensivas.

Con su entrada, unido a los pequeños cambios tácticos de Giráldez, el equipo mostró una imagen totalmente distinta con la que llegaron los goles. El primero fue obra de Strand Larsen, que solo tuvo que poner el interior del pie para empujar un pase de la muerte de Hugo Sotelo. Gran jugada del canterano, que recibió una pared de Iago Aspas sin mirar, previa a la asistencia.

Gol de Bamba que significaba el 0-2
Gol de Bamba que significaba el 0-2 | Redes @RCCelta

Dos minutos después, la dupla conformada por Aspas y Larsen se volvió a juntar en una jugada que finalizaría Jonathan Bamba en boca de gol. El de Moaña recibió en tres cuartos de campo, vio en largo al noruego, que, pisando línea de fondo en banda derecha, puso un centro raso para el remate en carrera de Bamba. Un gol que ponía tierra de por media, aunque el Celta no se esperaba lo que se venía a continuación.

Relajación y agonía final

Con la victoria y la permanencia bajo sus brazos, el Celta se tomó el tramo final de partido muy a la ligera y a punto estuvo de pagarlo caro. El cuadro celeste cedió el protagonismo al Granada, que quiso lavar la mala imagen de la temporada y regalarle un buen desenlace a su afición.

El conjunto nazarí recortaría distancias a cinco minutos del final en una desafortunada acción de Vicente Guaita. El guardameta erró un despeje de puños que le cayó a Bruno Méndez para recortar distancias ante la pasividad de la zaga viguesa, especialmente de Óscar Mingueza, quién no estuvo acertado a la hora de tapar el disparo.

Apenas un minuto después de lograr el tanto del empate, Pellistri se encontró con una pierna salvadora de Guaita, que arreglaba así su error en el gol anterior y evitaba males mayores.

Ya en el tiempo de descuento, el arquero valenciano del Celta volvió a ser protagonista, cometiendo un penalti sobre Antonio Puertas. Guaita tuvo una nueva salida en falso, impactando con el puño en la espalda del centrocampista. Una acción que Alberola Rojas tuvo que revisar en el Var, ya que en directo había señalado un inexistente fuera de juego. En el día de su adiós, Puertas tomó la responsabilidad del lanzamiento, pero su disparo se estrelló en el larguero, provocando el alivio de los celestes.

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