El empate (1-1) registrado ayer lunes por el «Alba» en el Carlos Belmonte ante el Racing de Ferrol ha sido decisivo para hacer rodar la cabeza del técnico vigués.
Rubén Albés se ha convertido en el duodécimo relevo en los banquillos de LaLiga Hypermotion 2023-2024 tan solo unas horas después de que el Andorra de Gerard Piqué, colista de la categoría de plata del fútbol español, destituyese a Eder Sarabia.
El club manchego anunció la noche del lunes la destitución de su entrenador, Rubén Albés, y de su cuerpo técnico, en respuesta a la alarmante situación deportiva que enfrenta el equipo. La decisión llega tras un decepcionante empate a un gol en casa frente al Racing de Ferrol, un partido marcado por el fallo en dos penaltis por parte del Racing, evidenciando la crítica posición en la que se encuentra el conjunto manchego.
Actualmente, el equipo ocupa una de las temidas plazas de descenso, una realidad que ha puesto en jaque la continuidad del club en su actual categoría. Este contexto, agravado por los recientes resultados, ha llevado a la dirección del Albacete a tomar una decisión «que nunca se hubiese querido tomar», según palabras expresadas en el comunicado oficial emitido por la entidad.
La confianza depositada en Albés y su equipo desde su incorporación parecía inquebrantable, pero la dinámica negativa del equipo y su posición en la tabla de clasificación han obligado al club a buscar un cambio de rumbo urgente para afrontar las últimas 10 jornadas de la temporada.
El comunicado también recuerda los momentos más brillantes bajo la gestión de Albés, destacando la temporada anterior, en la que el equipo alcanzó los play off de ascenso a Primera División, un logro que quedará grabado en la memoria de la afición. El club no ha escatimado en elogios hacia la profesionalidad, dedicación y entrega de Albés y su cuerpo técnico a lo largo de los 79 partidos que estuvieron al frente del equipo.
Con el futuro de Rubén Albés, Toni Madrigal, Iván Cabezudo y Pablo Gómez ya fuera del club, el Albacete Balompié les ha deseado «toda la suerte en sus futuros retos profesionales», cerrando así un capítulo importante en su historia reciente.
El reloj corre para el Albacete Balompié, que ahora debe enfrentar el desafío de encontrar un sustituto capaz de revertir la situación y asegurar la permanencia del equipo en la división. La afición, expectante y ansiosa, espera que esta drástica medida sea el punto de inflexión necesario para salvar una temporada que hasta ahora ha estado marcada por la incertidumbre y la frustración.