Derrota dolorosa para los de Parralo, que les impide meterse de nuevo en puestos de playoff, frente a un Mirandés que fue capaz de ejecutar su plan de partido a la perfección, sabiendo no sólo, contrarrestar en todo momento las bazas ofensivas de los gallegos, sino también aprovechar las carencias de estos a nivel defensivo.
Primera Parte
Un partido que comenzó de la peor manera posible para el conjunto departamental, al ver como tras apenas 40’’ de juego, un error defensivo considerable en la zaga local, le permitiría al Mirandés logra introducirse en el área, en donde David Castro, arrollaba con su brazo a Carlos Martín.
Sería precisamente el joven ariete madrileño, quien aprovecharía la oportunidad para adelantar a los suyos (sumando 15 tantos, en lo que va de temporada) tras un lanzamiento fuerte, que incluso llegó a desviar, sin fortuna, Ander Cantero.
Un mazazo para los verdes, que trataron de reponerse a base de tener el balón, frente a un Mirandés posicionado en un 5 – 4 – 1 en bloque bajo, esperando cualquier pérdida de los locales, para lanzarse al ataque.

Lo que buscaba con este planteamiento el técnico italiano, Alessi Lisci, era juntar mucho sus líneas, reduciendo en este caso, no solo el rango de intervención de jugadores como Iker, sino también dificultando la participación de Bernal y Álex, al no contar con espacios claros, hacia dónde poder progresar.
Una línea de 5, que gracias a la velocidad de Acedo y Gómez, y al buen trabajo de Barcia y Tachi en vigilancias, trataría en todo momento de evitar dejar cualquier metro, en donde la velocidad de los atacantes ferrolanos (Nico y Héber, principalmente), les pudiese generar algún tipo de problema o peligro.
Muestra de ello es el gol anulado al conjunto del Ebro, en donde tras recuperar el balón en campo propia, lograría gracias a una rápida pero efectiva combinación, dejar de nuevo a Gabri Martínez prácticamente solo frente a Cantero, que el colegiado Ais Reig, invalidaría por fuera de juego.

Sin duda alguna, un claro aviso de intenciones por parte de la escuadra visitante, que muy cómoda en fase defensiva, vería como el Racing se haría dueño del partido, pero sin generar demasiado peligro, más allá de un par de acciones aisladas a balón parado, lanzadas por Héber Pena, como la rematada por Álvaro Giménez.
Con la idea de superar este armado, Cristobal animó desde la banda a Cubero, para que el lateral aprovechase esa tendencia de Nico para meterse para dentro, y así poder sorprender con su llegada. Tratando con ello, de que Nico atrajese rivales hacia carril central, dándole el espacio suficiente para que su compañero, pudiese gozar de espacio y tiempo, para poder bien generar situaciones de centro lateral
(como la acción donde Álex mandaría su cabezazo a la madera), o bien incluso, para finalizar a puerta, como pudimos ver en determinadas ocasiones.

Un Racing que cada vez se encontraba más cómodo sobre el césped de A Malata, pero que para su desgracia, no acababa de encontrar la solución para instaurar el empate en el marcador, ante la desesperación de sus seguidores.
Segunda Parte
Tras la reanudación, y cuando tan solo iban dos minutos (de nuevo, señal del problema que viene arrastrando el Racing, para salir enchufados en los inicios de los encuentros), Lautaro de León, ex – céltico, lograría enviar desde el punto de penalti y con la ayuda del interior de su pie derecho, un lanzamiento perfectamente medido a la escuadra de la meta defendida por Ander.
Un tanto, que si nos paramos a analizar, nace de un nuevo error defensivo del Racing, primero a la hora de bascular (como ya ocurrió en Lezama, frente al Amorebieta), y en segundo lugar, en el marcaje. En esta instantánea, observamos como un jugador del Mirandés hace que, con un desmarque, David Castro abandone su posición, para que así Lautaro pueda ocupar zona de remate, totalmente libre de marca.

Un David nada acertado a lo largo de la noche, que con su tempranero error, condicionó a que el Mirandés pudiese llevar su plan de partido, con total comodidad, al contar con un gol ya de margen, sobre su rival. Errores que el Racing viene repitiendo durante todo el año, en los que Cristóbal incide cada vez que salta a rueda de prensa, y que pueden acabar con las esperanzas de una posible fase de ascenso, como no se solucionen de aquí, a lo que reste de temporada.
Sin duda alguna, un jarro de agua fría que motivó a Cristóbal a introducir un triple cambio en el minuto 56 (algo que no viene acostumbrando, pero que la situación lo requería), introduciendo sobre el verde a Chuca (en lugar del amonestado, Álex López), Nacho (por Moi Delgado, superado en varias acciones laterales), y Sabin (por Héber).
Convirtiendo de esta forma, el 4 – 2 – 3 – 1 habitual, en un 4 – 4 – 2, que le ayudase a los suyos a contar, no solo con más trabajo en los carriles laterales, sino también, con una referencia más dentro del área, sobre la cual descargar centros laterales.
Es precisamente, desde uno de ellos, donde nace una de las ocasiones más claras del encuentro, a los pies de Álvaro Giménez. Quien, tras controlar un balón muerto al borde del área, lograría conectar un disparo fuerte, pero centrado, que Ramón Juan lograría atajar en dos tiempos.
Sería a partir de esta oportunidad, cuando el Racing viviría los mejores momentos del encuentro, en parte gracias a la verticalidad de Nico Serrano, que con la ayuda de Nacho, lograría desesperar una y otra vez, al lateral rival, Jonathan Gómez. Un Nacho (activo durante los minutos disputados, al igual que Chuca), que minutos más tarde, trataría también de probar suerte desde lejos, sin mayor fortuna para los suyos.
No obstante, y a consecuencia de este planteamiento avanzado propuesto por el técnico andaluz, el Racing vería como, tras una mala vigilancia (y en una acción muy similar a la de la semana pasada en Villarreal), Gabri lograría plantarse en el área, tras una gran carrera.
Con este resultado, el Racing cae hasta la décima plaza, a tan solo 1 punto de esos soñados puestos de playoff, y con una sensación generalizada de pena, por haber desaprovechado una oportunidad de oro, tras ver como sus rivales directos no lograrían prácticamente sumar esta jornada.
Bien es cierto, que esto muestra lo complicada y competida que es siempre esta categoría. Pero también, las carencias a nivel defensivo (sobre todo, en vigilancias y marcajes) que viene arrastrando el Racing a lo largo de la temporada, y ante las que parece que el cuerpo técnico viene todavía dándole vueltas.
La próxima semana, el equipo viajará hasta Tenerife, donde lo esperarán no solo aficionados del conjunto ferrolano, sino también el colegiado, Miguel González Díaz.
Árbitro, que saltó a la palestra nacional, por el grave error cometido en el Leganés – Racing de la primera vuelta, y que supuso no sólo, la expulsión de David Castro, sino también el inicio de la remontada para el conjunto pepinero.
Más allá de árbitros, el Racing tratará esta semana, de seguir puliendo los detalles que les vienen costando sumar de 3, para llegar a Tenerife en las mejores condiciones técnico – tácticas posibles, a la primera de estas últimas 5 finales que