En el vibrante enfrentamiento entre el Deportivo de la Coruña y el C.D. Lugo, el exjugador y actual entrenador del Lugo, Roberto Trashorras, se convirtió en el centro de atención tras protagonizar un gesto controvertido en respuesta a la expulsión de su jugador Alberto López.
Con un marcador de 2-1 a favor del Deportivo en Riazor, la tensión alcanzó su punto álgido cuando el árbitro decidió mostrar la segunda amarilla a Alberto López, obligándolo a abandonar el campo. Fue en ese momento cuando Trashorras, visiblemente afectado por la decisión, se dio la vuelta y se golpeó la cara en un gesto que muchos interpretaron como una expresión de incredulidad y desacuerdo, acompañado del típico mensaje de «mucho morro».
El encuentro estuvo marcado por decisiones arbitrales polémicas, con cinco tarjetas amarillas en la primera mitad y la expulsión de Idiakez por protestar. La segunda mitad no fue menos intensa, con Alberto López sumando dos cartulinas más antes de abandonar el campo.
La frustración de Trashorras se tradujo en protestas continuas, lo que le valió también una tarjeta amarilla por parte del colegiado. A pesar de la tensión en el campo, el Deportivo de la Coruña mantuvo su dominio, asegurando la victoria y posicionándose como líder de la Primera RFEF tras siete victorias consecutivas.
Este episodio refleja la pasión y la intensidad que caracterizan los derbis regionales, donde las emociones pueden llegar a desbordarse. La reacción de Trashorras, aunque controvertida, resalta la importancia y el impacto emocional que tiene el fútbol en los protagonistas, tanto en jugadores como en entrenadores.