El Fabril se prepara para una auténtica batalla en su visita al Escobedo, un equipo en plena forma que ha demostrado ser un rival difícil de batir. Manuel Pablo, técnico del filial deportivista, analiza las claves de un partido condicionado por las peculiaridades del terreno de juego y las bajas que arrastra su equipo.
Bajas sensibles, pero con refuerzos clave
El Fabril afrontará el encuentro con varias ausencias importantes. Aarón y Luiso siguen fuera por lesión de larga duración, mientras que Pablo tampoco podrá estar tras sufrir un esguince. Sin embargo, hay noticias positivas: Quique y Pereira se reincorporan al equipo, lo que supone un alivio para la defensa.
«Recuperamos a Pereira, lo que nos permite contar con un recambio específico en la zaga. Hemos tenido que tirar de juveniles en las últimas semanas, lo que condiciona los entrenamientos y la planificación del equipo», explica Manuel Pablo.
El Escobedo, un rival sólido y difícil de batir
El conjunto cántabro llega tras una racha impresionante, con ocho partidos sin perder antes de caer contra el Pontevedra. Además, logró mantener su portería a cero en ocho de esos encuentros, demostrando ser un equipo férreo en defensa.
«Es un rival que juega muy junto, muy cerca de su área y que no deja espacios. Tendremos que adaptarnos y buscar alternativas para hacerles daño», advierte el entrenador del Fabril.
Un campo que condiciona el juego
Uno de los mayores desafíos será el terreno de juego. Con solo 90 metros de largo, el campo del Escobedo obliga a cambiar la propuesta táctica habitual del Fabril.
«Es un campo muy corto, y eso cambia muchas cosas. Puede que incluso tengamos que modificar nuestro sistema de juego. No podremos explotar tanto la profundidad, así que tocará mover rápido el balón y ser muy inteligentes en la toma de decisiones», analiza Manuel Pablo.
Regularidad, el gran reto del Fabril
El técnico blanquiazul reconoce que el equipo ha mostrado cierta irregularidad a lo largo de la temporada, pero confía en que la mentalidad mostrada en el último partido sea el camino a seguir.
«Cuando somos un equipo competitivo de principio a fin, como el otro día, estamos más cerca de los resultados. La clave es mantener esa regularidad y esa identidad en todos los encuentros», concluye el entrenador.
El Fabril tendrá que superar un reto mayúsculo ante un Escobedo en alza, en un campo que exigirá máxima concentración y adaptación. La batalla está servida.